La naturaleza del hombre
Diferencia de lo que significa los pecados y el pecado
Cuando la Biblia dice que Dios perdona los pecados del hombre, usa la forma plural, pecados, aludiendo a las acciones pecaminosas. Pero cuando usa el pecado, en singular, se refiere a la naturaleza pecaminosa del hombre, la cual es la raiz que provoca todas las acciones pecaminosas. La carta a los Romanos nos habla que Los pecados, en plural, son nuestras numerosas acciones pecaminosas (Romanos 1:1 hasta 5:11) y que el pecado, en singular, es la naturaleza pecadora, su poder, principio y ley que nos lleva a realizar esas acciones. (Romanos 5:12 hasta 8:39).Yo necesito ser perdonado por mis pecados, pero, al mismo tiempo, también necesito ser libertado del poder que me lleva a cometer pecado. Lo primero tiene que ver con mi conciencia, lo segundo con mi vida. Yo puedo haber recibido perdón por todos mis pecados, pero, aun así, debido al pecado que habita en mi propia naturaleza necesito ser liberado de tal poder. Por lo tanto sigo teniendo un conflicto conmigo mismo. Yo necesito perdón por lo que he hecho, pero también necesito ser libertado de lo que soy por naturaleza. Un hombre no se hace pecador porque cometa pecados; más bien, él peca porque es un pecador”
Aunque somos salvos, todavía somos humanos y poseemos la naturaleza pecaminosa. Cuando el hombre cayó recibió la naturaleza pecaminosa. Esta naturaleza fue pasada a sus hijos y de ahí a toda la raza humana. Por lo tanto, todos tenemos tal naturaleza en nosotros. Romanos nos dice que como resultado de esto, todos hemos sido constituidos pecadores. La razón por la que pecamos es que hay una ley dentro de nosotros que nos dirige constantemente a los pecados exteriores. Esta ley es el pecado que está en singular en la Biblia. No se refiere a nuestra conducta; más bien a nuestra naturaleza. Fácilmente podemos entender esto al observar a nuestros hijos. No se les tiene que enseñar a mentir; ellos mienten de forma espontánea debido a que ellos nacieron con la naturaleza pecaminosa. Nuestra naturaleza pecaminosa es la que causa nuestros pecados.
La naturaleza pecaminosa llamada también el viejo hombre no puede ser perdonada su destino es la muerte, es decir su completa anulación. Siendo nosotros necesitados de ser librados de nuestra naturaleza pecaminosa o de pecado; pero por otro lado necesitamos el perdón para nuestros actos pecaminosos (los pecados). Por lo tanto la muerte de Cristo sirvió para crucificar la naturaleza de pecado y su sangre para el perdón de nuestros pecados.
La sangre es la provisión de Dios para el perdón de nuestros pecados
En la primera parte de Romanos 1 a 8, tenemos dos referencias a la sangre del Señor Jesús, una en el capítulo 3 versículo 25 y la otra en el 5 versículo 9. Y en el capítulo Romanos 6:6,se introduce una nueva idea donde se nos dice que fuimos “crucificados” con Cristo.“La Sangre es derramada tanto para nuestra justificación como para la remisión de los pecados.” pero “la Cruz,” es para nuestra unión e identificación con Cristo en su muerte, Esta distinción es de gran importancia. La Sangre tiene que ver con el problema de lo que hacemos, nuestros actos, mientras que la Cruz trata con aquello que somos. La Sangre nos despoja de nuestros pecados, mientras que la Cruz afecta a la raíz de nuestra capacidad para pecar, la cual esta en nuestra naturaleza.
Yo necesito ser perdonado por mis pecados, pero, al mismo tiempo, también necesito ser libertado del poder que me lleva a cometer pecado. Lo primero tiene que ver con mi conciencia, lo segundo con mi vida. Yo puedo haber recibido perdón por todos mis pecados, pero, aun así, debido al pecado que habita en mi propia naturaleza sigo teniendo un conflicto conmigo mismo y necesito perdón por lo que he hecho, pero también necesito ser libertado de lo que soy por naturaleza.
El problema de nuestros pecados solamente puede ser resuelto por medio de la preciosa sangre de Cristo. Cuando confesamos nuestros pecados, Dios nos perdona y nos lava, y nuestra comunión con el Señor es recobrada.
La Cruz es la provisión de Dios para nuestra naturaleza pecaminosa
¿Cómo podemos ser liberados de nuestra naturaleza interna pecaminosa, es decir, del viejo hombre? “No hay alternativa para nuestro viejo hombre nada más que morir. No queda otra opción. Sin embargo, morir no es algo sencillo. Dios nos ha incluido en Cristo y después lo crucificó en la cruz. Cuando Cristo murió en la cruz, todos nosotros estábamos incluidos. Desde ese momento en adelante, ya no éramos más nosotros, ya no existíamos más. Nosotros nunca nos crucificaríamos ni podemos hacerlo. Nuestra crucifixión junto con Él terminó con el viejo hombre. Esta es la solución básica al problema del pecado”.¿De qué manera se lleva a cabo esto en nuestra experiencia diaria?
En Los hechos, la fe y nuestra experiencia, en Gálatas 5: “Pero los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias”. “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el espíritu”. “Digo, pues: Andad por el Espíritu, y así jamás satisfaréis los deseos de la carne” (vs.24,25,16). La cruz y el Espíritu Santo conforman la única manera en la que podemos vencer la naturaleza pecaminosa” “Si andamos por el Espíritu Santo, podrán crucificar continuamente la carne. De otro modo, la carne les causará sufrimiento. Andar en el Espíritu significa confiar calmadamente en el Espíritu Santo para todo”.Andar en el Espíritu es vivir, dirigir y tener todo nuestro ser por el Espíritu quien vive en nuestro espíritu humano. Mientras hacemos esto, la cruz espontáneamente es aplicada a nosotros y al igual que Pablo también podemos decir: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí ” (Gá. 2:20). Día tras día mientras aprendemos a ejercitar nuestro espíritu para contactarlo y andamos por nuestro espíritu, le permitimos tratar con nuestro problema interior del pecado de una forma personal y práctica.
Apuntes del libro: El evangelio de Dios W. Nee