La oración de autoridad
Moisés y la vara: Su significado
Echemos un repaso a la historia de Éxodo 14. Cuando Moisés sacó a los hijos de Israel de Egipto, llegó a las costas del mar Rojo. Surgió entonces un serio problema. Delante de ellos estaba el mar Rojo, y detrás los venían persiguiendo los egipcios. En ese momento, los israelitas se encontraron verdaderamente en un dilema. Veían a los egipcios que los perseguían, y se sentían completamente aterrados. Clamaron al Señor, por una parte, y murmuraron contra Moisés, por la otra. ¿Cómo reaccionó Moisés? Sabemos, por la Palabra de Dios, que Moisés clamó al Señor. Pero entonces Dios le dijo: "¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que:' marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar; y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco" (versículos 15, 16). La vara que Dios le dio a Moisés representa autoridad. Así que lo que Dios quiso decir con estas palabras fue lo siguiente: "Tú no necesitas clamar a mí; puedes usar la oración de autoridad; haz la oración que manda, y yo obraré". Así que, lo que Moisés aprendió y experimentó aquí fue la oración de autoridad.
Echemos un repaso a la historia de Éxodo 14. Cuando Moisés sacó a los hijos de Israel de Egipto, llegó a las costas del mar Rojo. Surgió entonces un serio problema. Delante de ellos estaba el mar Rojo, y detrás los venían persiguiendo los egipcios. En ese momento, los israelitas se encontraron verdaderamente en un dilema. Veían a los egipcios que los perseguían, y se sentían completamente aterrados. Clamaron al Señor, por una parte, y murmuraron contra Moisés, por la otra. ¿Cómo reaccionó Moisés? Sabemos, por la Palabra de Dios, que Moisés clamó al Señor. Pero entonces Dios le dijo: "¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que:' marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar; y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco" (versículos 15, 16). La vara que Dios le dio a Moisés representa autoridad. Así que lo que Dios quiso decir con estas palabras fue lo siguiente: "Tú no necesitas clamar a mí; puedes usar la oración de autoridad; haz la oración que manda, y yo obraré". Así que, lo que Moisés aprendió y experimentó aquí fue la oración de autoridad.
La relación de la oración con la ascensión de Cristo
La ascensión de Cristo está muy bien relacionada con la victoria en la vida cristiana. ¿Cuál es esta relación? Así como la muerte de Cristo resuelve nuestra antigua creación en Adán, y la resurrección nos introduce a la nueva creación, así la ascensión nos da una nueva posición de victoria frente a Satanás. La oración de autoridad se basa en esta posición celestial de Cristo y la iglesia sobre todo principado y potestad. De este modo la Iglesia que está en Cristo en los lugares celestiales, puede hacer tal oración de autoridad. (Efesios 1:20-22; 6: 12, 13)
La oración de la guerra espiritual es diferente de la oración común. La oración común se dirige de la Tierra al cielo, pero esta clase de oración se hace en posición firme en los lugares celestiales, y es una oración que desciende del cielo a la Tierra. En pocas palabras, la oración de autoridad va desde el cielo hacia la Tierra. Todos los que saben orar, saben lo que significa orar hacia arriba, y lo que significa orar hacia abajo. Si una persona nunca ha aprendido a orar hacia abajo, todavía tiene que descubrir la oración de autoridad. En la guerra espiritual, esta clase de oración hacia abajo es sumamente importante. ¿En qué consiste la oración hacia abajo? Consiste en estar firmes en la posición celestial que Cristo nos ha dado, y utilizar la autoridad para resistir todas las obras de Satanás, ordenando que se cumpla lo que Dios ha ordenado. Supongamos, por ejemplo, que estamos orando por algún asunto en particular. Después de saber cuál es la voluntad de Dios, y estar realmente seguros de lo que Dios ha mandado, no debemos entonces orar: "Oh Dios, te pido que hagas esto". Por el contrario debes orar: "Dios, tú tienes que hacer esto; tiene que hacerse de esta manera. Dios, esto tiene que realizarse así". Esta es la oración que manda, la oración de autoridad.
La palabra Amén y nuestra posición celestial
El significado de "Amén" no es "así sea", sino "así será". Cuando yo digo "amén" a la oración de usted, estoy afirmando que así será el asunto, que lo que usted pide, así se cumplirá. Esta es la oración de mandato, que sale de la fe. La razón por la cual podemos orar así, es porque tenemos la posición celestial.
Satanás comienza su obra haciéndonos perder, si puede, nuestra posición celestial. Porque la posición celestial es una posición de victoria. Pero si somos arrastrados abajo por Satanás de esta posición celestial, somos derrotados. Todas las victorias se ganan permaneciendo firmes en la posición triunfante y celestial. Satanás lo tentará a usted diciéndole: "Usted está en la Tierra"; y usted está derrotado en realidad, si contesta: "Estoy en la Tierra." Él utilizará tal derrota suya para afligirlo, haciendo que usted considere que verdaderamente está en la Tierra. Pero si usted permanece firme y responde: "Así como Cristo está en el cielo, yo también estoy en el cielo", y si usted se aferra a su posición celestial y saldrá triunfante.
¿Cuál es la oración de autoridad?
El significado de "Amén" no es "así sea", sino "así será". Cuando yo digo "amén" a la oración de usted, estoy afirmando que así será el asunto, que lo que usted pide, así se cumplirá. Esta es la oración de mandato, que sale de la fe. La razón por la cual podemos orar así, es porque tenemos la posición celestial.
Satanás comienza su obra haciéndonos perder, si puede, nuestra posición celestial. Porque la posición celestial es una posición de victoria. Pero si somos arrastrados abajo por Satanás de esta posición celestial, somos derrotados. Todas las victorias se ganan permaneciendo firmes en la posición triunfante y celestial. Satanás lo tentará a usted diciéndole: "Usted está en la Tierra"; y usted está derrotado en realidad, si contesta: "Estoy en la Tierra." Él utilizará tal derrota suya para afligirlo, haciendo que usted considere que verdaderamente está en la Tierra. Pero si usted permanece firme y responde: "Así como Cristo está en el cielo, yo también estoy en el cielo", y si usted se aferra a su posición celestial y saldrá triunfante.
¿Cuál es la oración de autoridad?
En Marcos 11.23-24 el Señor nos pone un ejemplo de oración de autoridad y dice: "Cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar…. lo que diga le será hecho". Aquí No nos enseña que oremos a Dios: "Oh Dios, por favor, quita este monte y échalo en el mar" ¿Cuál es el tipo de oración que tan a menudo se forma en nuestra mente? Pensamos que orar a Dios siempre debe ser así: "Oh Dios, por favor, ¿quieres tú quitar esta montaña y lanzarla al mar?" Pero el Señor está hablando de algo completamente diferente. No nos exhorta a hablarle a Dios, sino a hablarle al monte. No es, pues, una conversación con Dios, sino un mandato directo a la montaña: "¡Quítate y échate en el mar!"
¿Cuál es el significado de "hablarle a un monte"? (Marcos 11:23)
¿Cuál es el significado de "hablarle a un monte"? (Marcos 11:23)
El monte representa la dificultad que se nos presenta en el camino; es aquello que bloquea nuestro sendero, de tal modo que no podemos pasar. Todos tenemos muchos puntos débiles o impedimentos que impiden nuestro caminar en el Señor, ¿Qué haremos? Sin embargo, Dios nos dice que nosotros mismos debemos hablar al monte. Será suficiente si sólo le ordenamos al monte, diciendo: "¡Quítate y échate en el mar!" (Marcos 11:23) para que veamos la mano de Dios obrar.
La oración de autoridad consiste en que usted le hable al impedimento: "¡Quítate de delante de mí! ¡Apártate de mí!" Pero Tal mandato no será efectivo, sino conocemos la voluntad de Dios y sino estamos claros delante de Dios en cuanto a cuál es su deseo y no dudamos de Él. En realidad, lo que ordenamos que se haga es lo que Dios ya ha ordenado. Esta es la oración de autoridad.
La oración de autoridad no consiste en pedir a Dios que haga algo, sino en utilizar la autoridad de Dios directamente para resolver problemas, para deshacerse de todo aquello de lo cual es necesario deshacerse. Cada uno y todos los vencedores necesitan aprender tal clase de oración. Todo el que vence tiene que aprender a hablarle al monte.
La oración de autoridad no consiste en pedir a Dios que haga algo, sino en utilizar la autoridad de Dios directamente para resolver problemas, para deshacerse de todo aquello de lo cual es necesario deshacerse. Cada uno y todos los vencedores necesitan aprender tal clase de oración. Todo el que vence tiene que aprender a hablarle al monte.
La obra de los vencedores
La principal obra de los vencedores consiste en traer la autoridad del trono celestial a la Tierra. Hoy sólo existe un trono: el trono de Dios. Él solo domina y reina por encima de todo. Para tener parte en esa autoridad, tiene que haber tal oración que mueva el trono de Dios. ¿Cómo se pone en práctica la oración de autoridad? Pongo un ejemplo, supongamos que hay un hermano que ha hecho algo malo, y usted siente que debe ir a amonestarlo. Sin embargo, existe una dificultad, y es que usted teme que él no va a oírlo. Usted no está seguro de si él aceptará su consejo o no. Pero si usted conoce la oración de autoridad, puede tratar este asunto más fácilmente. Usted puede orar: "Señor, no puedo ir a visitarlo, pero haz que él venga". Usted acude al trono para mover a ese hermano. Ciertamente, después de un breve tiempo, él acude a usted y le informa personalmente: "Hermano, hay algo en lo cual no estoy bien claro; ¿quiere usted aconsejarme al respecto?" Así usted puede aconsejarlo de la manera más conveniente.
La principal obra de los vencedores consiste en traer la autoridad del trono celestial a la Tierra. Hoy sólo existe un trono: el trono de Dios. Él solo domina y reina por encima de todo. Para tener parte en esa autoridad, tiene que haber tal oración que mueva el trono de Dios. ¿Cómo se pone en práctica la oración de autoridad? Pongo un ejemplo, supongamos que hay un hermano que ha hecho algo malo, y usted siente que debe ir a amonestarlo. Sin embargo, existe una dificultad, y es que usted teme que él no va a oírlo. Usted no está seguro de si él aceptará su consejo o no. Pero si usted conoce la oración de autoridad, puede tratar este asunto más fácilmente. Usted puede orar: "Señor, no puedo ir a visitarlo, pero haz que él venga". Usted acude al trono para mover a ese hermano. Ciertamente, después de un breve tiempo, él acude a usted y le informa personalmente: "Hermano, hay algo en lo cual no estoy bien claro; ¿quiere usted aconsejarme al respecto?" Así usted puede aconsejarlo de la manera más conveniente.
El gobierno del trono de Dios
La oración de autoridad. Consiste en no hacer nada por la fuerza propia, sino hacerlo todo por medio del trono de Dios. La oración de autoridad no es implorarle a Dios que obre en contra de su voluntad, sino que es notificarle que uno conoce su voluntad y sabe qué debe hacerse, y Él lo hará. Cristo ya ascendió y está sobre todo, es la Cabeza de la Iglesia la cual es su cuerpo al cual y ha sometido todo bajo sus pies de manera que por medio de la Iglesia puede controlar y ejercer autoridad sobre todas las cosas, los espíritus malignos y sobre toda la obra que pertenece a Satanás. Necesitamos batallar contra Satanás, no sólo cuando nos enfrentamos con algo, sino también cuando las cosas suceden en torno a nosotros. Todas las cosas necesariamente tienen que estar sometidas a la Iglesia y tenemos que controlar esas cosas a través del trono. Ejemplos de oración de autoridad: "Señor, aparta todos los espíritus malignos y prohíbeles que realicen cualquier actividad en este sitio". “Señor, no permitas que esto pase" “Señor hágase tu voluntad en este asunto”
La oración de autoridad. Consiste en no hacer nada por la fuerza propia, sino hacerlo todo por medio del trono de Dios. La oración de autoridad no es implorarle a Dios que obre en contra de su voluntad, sino que es notificarle que uno conoce su voluntad y sabe qué debe hacerse, y Él lo hará. Cristo ya ascendió y está sobre todo, es la Cabeza de la Iglesia la cual es su cuerpo al cual y ha sometido todo bajo sus pies de manera que por medio de la Iglesia puede controlar y ejercer autoridad sobre todas las cosas, los espíritus malignos y sobre toda la obra que pertenece a Satanás. Necesitamos batallar contra Satanás, no sólo cuando nos enfrentamos con algo, sino también cuando las cosas suceden en torno a nosotros. Todas las cosas necesariamente tienen que estar sometidas a la Iglesia y tenemos que controlar esas cosas a través del trono. Ejemplos de oración de autoridad: "Señor, aparta todos los espíritus malignos y prohíbeles que realicen cualquier actividad en este sitio". “Señor, no permitas que esto pase" “Señor hágase tu voluntad en este asunto”
¿Qué significa atar y desatar?
Es la clase de oración a la cual el Señor se refiere en Mateo 18: 18: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo". Aquí está la oración de atar así como la de desatar. El movimiento del cielo sigue al movimiento de la Tierra. El cielo oye las palabras de la Tierra y actúa por mandamiento de la Tierra. Todo lo que está atado en la Tierra, será atado en el cielo; y todo lo que es desatado en la Tierra, será desatado en el cielo. No es una petición, sino una atadura lo que se hace en la Tierra; no es una rogativa, sino una desatadura lo que se hace en la Tierra. Y esta es una oración de autoridad.
La oración de autoridad puede dividirse en dos partes: por un lado ata, y por el otro, desata. "Todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo". Lo que se hace en la Tierra, también se hace en el cielo. Esto es lo que leemos en Mateo 18: 18. El versículo 19 continúa hablando acerca de la oración. Así que las acciones de atar y desatar se hacen por medio de la oración. La oración para atar y la oración para desatar son ambas oraciones de autoridad. La oración común consiste en pedir a Dios que ate y desate, pero la oración de autoridad consiste en utilizar la autoridad para atar y desatar nosotros mismos. Dios entonces ata, por cuanto la Iglesia ya ha atado; y desata, por cuanto la Iglesia ya ha desatado. Dios le ha dada autoridad a la Iglesia. Él hará lo que la Iglesia diga expresando esa autoridad.
¿Qué es lo que necesita ser atado?
Es la clase de oración a la cual el Señor se refiere en Mateo 18: 18: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo". Aquí está la oración de atar así como la de desatar. El movimiento del cielo sigue al movimiento de la Tierra. El cielo oye las palabras de la Tierra y actúa por mandamiento de la Tierra. Todo lo que está atado en la Tierra, será atado en el cielo; y todo lo que es desatado en la Tierra, será desatado en el cielo. No es una petición, sino una atadura lo que se hace en la Tierra; no es una rogativa, sino una desatadura lo que se hace en la Tierra. Y esta es una oración de autoridad.
La oración de autoridad puede dividirse en dos partes: por un lado ata, y por el otro, desata. "Todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo". Lo que se hace en la Tierra, también se hace en el cielo. Esto es lo que leemos en Mateo 18: 18. El versículo 19 continúa hablando acerca de la oración. Así que las acciones de atar y desatar se hacen por medio de la oración. La oración para atar y la oración para desatar son ambas oraciones de autoridad. La oración común consiste en pedir a Dios que ate y desate, pero la oración de autoridad consiste en utilizar la autoridad para atar y desatar nosotros mismos. Dios entonces ata, por cuanto la Iglesia ya ha atado; y desata, por cuanto la Iglesia ya ha desatado. Dios le ha dada autoridad a la Iglesia. Él hará lo que la Iglesia diga expresando esa autoridad.
¿Qué es lo que necesita ser atado?
Hay muchas impedimentos, espíritus malignos y personas que necesitan ser atadas en cuanto su actividad. Hay personas que necesitan por su hablar no adecuado o deseo de destacar o ser protagonista ser atados. Podemos orar "Oh Dios, átalos para que no hagan nada que no sea para edificación” "Señor, Tales personas a menudo comete errores; no permitas que él siga haciendo esto y no les permitas que perturben más". "Señor, ata todas las obras de los espíritus malignos" Al atar de este modo, usted verá que Dios también lo atará
Usted verá que si hay dos o tres en la Tierra que atan, Dios también atará en el cielo. No sólo deben ser atadas todas estas perturbaciones, sino también muchas de las obras de los demonios. Cada vez que se predica el Evangelio o se da el testimonio de Cristo, el diablo estará obrando en las mentes humanas, susurrándoles muchas palabras e inyectándoles muchos pensamientos erronéos: en este caso, la Iglesia tiene que atar a esos espíritus malignos, prohibiéndoles que susurren y que trabajen. Uno debe declarar: "Señor, ata todas las obras de los espíritus malignos". Si usted las ata en la Tierra, de igual manera serán atadas en el cielo.
¿Qué es lo que necesita ser desatado?
¿Qué es lo que necesita ser desatado?
Muchos hermanos por causa de la timidez no se atrevan a abrir su boca en una reunión. Hay personas que realmente deben salir y servir al Señor, sin embargo, están atadas, bien por la ocupación, por los negocios, por la familia, por los compañeros no creyentes o por alguna circunstancia externa. Pueden estar atados por toda clase de cadenas. Pero podemos pedir al Señor que los libere para que salgan a dar testimonio del Señor. ¿Nos damos cuenta de la necesidad de oración autoritativa? ¿Vemos realmente su urgente necesidad? Personas en lo referente al dinero, este también debe ser desatado por medio de la oración. Satanás a veces aprieta el bolsillo del hombre. Algunas veces debernos pedir a Dios que se desate el dinero para que la obra de Él no sufra por carencia económica.
La verdad también necesita ser desatada. Frecuentemente debemos orar: "Oh Señor, desata tu verdad". Muchas verdades están tan atadas, que no se las proclama; muchas verdades se proclaman, pero son pocos los que las oyen y las entienden. Por esta razón, debemos pedir a Dios que libere su verdad para que pueda quitar las barreras y penetrar hasta sus hijos. En muchos lugares parece que la verdad encuentra una barrera para penetrar; parece que no hay posibilidad de que la gente la reciba. ¡Cómo tenemos que pedirle a Dios que libere la verdad, para que muchas iglesias que están en atadura sean liberadas, y se abran muchos lugares que están cerrados! Sólo el Señor sabe cómo enviar la verdad a los lugares cerrados. Cuando oramos con autoridad, el Señor enviará la verdad. Por tanto, estemos alertas con respecto a las muchas cosas que tienen que ser desatadas por medio de la oración de autoridad.
Conviene hacer una seria advertencia:
La verdad también necesita ser desatada. Frecuentemente debemos orar: "Oh Señor, desata tu verdad". Muchas verdades están tan atadas, que no se las proclama; muchas verdades se proclaman, pero son pocos los que las oyen y las entienden. Por esta razón, debemos pedir a Dios que libere su verdad para que pueda quitar las barreras y penetrar hasta sus hijos. En muchos lugares parece que la verdad encuentra una barrera para penetrar; parece que no hay posibilidad de que la gente la reciba. ¡Cómo tenemos que pedirle a Dios que libere la verdad, para que muchas iglesias que están en atadura sean liberadas, y se abran muchos lugares que están cerrados! Sólo el Señor sabe cómo enviar la verdad a los lugares cerrados. Cuando oramos con autoridad, el Señor enviará la verdad. Por tanto, estemos alertas con respecto a las muchas cosas que tienen que ser desatadas por medio de la oración de autoridad.
Conviene hacer una seria advertencia:
A menos que estemos sujetos a la autoridad de Dios, no podremos ejercer la oración de autoridad. Tenemos que estar sujetos no sólo a la autoridad de Dios en lo que se refiere a la posición, sino también en nuestras vidas y en nuestras prácticas diarias. De otro modo, no podremos tener oración de autoridad.
Apuntes del libro La oración. -Wachtman Nee -
Apuntes del libro La oración. -Wachtman Nee -