La revelación progresiva
El conocimiento humano de todo lo que existe ha sido recabado de manera progresiva, si usted compartiera conceptos modernos de ciencia a personas de hace cientos de años seguro que no le entenderían e incluso pensarían que usted está loco, puesto que usamos conceptos y palabras que hace años no existían en la mentes humanas. Si Dios hubiera dado explicaciones concisas sobre el origen de todo seguramente, ni ahora mismo lo entenderíamos puesto que el conocimiento del hombre es limitado, progresivo y en muchas ocasiones incierto. Entendamos pues, que la simpleza de la biblia no es por causa de Dios sino por causa del hombre.
Dios deseaba revelarse de manera progresiva a todos los hombres de todas las épocas. Es por eso que Dios no trata de dar explicaciones profundas en cuanto al origen de todo el universo. Es por esta causa que la Biblia no es un libro científico.
Mucha gente piensa que la Biblia esta intervenida por la mano del hombre y por un lado es cierto, la han escrito hombres cuya inspiración no era humana, sino divina. De forma objetiva, simplemente me baso en la maravillosa armonía de su mensaje a través de los siglos.
¿Pero por qué vamos a dudar del Dios que ha sido capaz de formar el universo, y por qué no de inspirar, guiar, usar hombres y situaciones en la historia para obtener y mantener actualmente un testimonio fidedigno escrito sobre Él?
Aunque no voy a entrar en cómo o de qué manera se recopiló los libros de la Biblia, lo que sí puedo decir es que todo su mensaje intrínseco se relaciona con una asombrosa armonía y continuidad en su pensamiento. Para entenderla necesitas recibir dos ingredientes dentro de su ser interior muy importantes: Luz y revelación, sin ellos te será imposible recibir de ella su verdadera esencia.
En las Escrituras la revelación divina es progresiva, pues se presenta y se desarrolla libro tras libro, capítulo tras capítulo. Los sesenta y seis libros de la Biblia se escribieron en un período de unos mil seiscientos años, aproximadamente, por 40 hombres de diversas procedencias, épocas, estatus y culturas. Durante ese largo tiempo, Dios no habló una sola vez ni en un momento determinado, sino que habló progresivamente a Su pueblo, según la época y en varias ocasiones, durante un período extenso. (Hebreos 1:1) ¡¡Esto lo hace un libro increíblemente maravilloso!!
La inspiración divina de la Biblia
La Biblia es un libro tan singular que es imposible pensar que una mente humana lo haya inspirado y ensamblado con tal sabiduría y armonía. Si lee cualquier libro de otra religión se dará cuenta de la gran diferencia que hay en cuanto a la fuente de inspiración, la cual notará que es claramente humana, pero sí la fuente de la Biblia claramente no es la humana, lo único que nos queda pensar es de inspiración es Divina.La palabra Biblia viene de la palabra griega biblos, que significa “el libro”, lo cual quiere decir que la Biblia sobresale como el libro único entre todos los libros en el mundo. Aunque fue escrito por el hombre en el idioma humano, es único porque su naturaleza es divina. La palabra del apóstol Pablo a Timoteo nos dice que “toda la Escritura es dada por el aliento de Dios” (2 Ti. 3:16). Esto indica que la Escritura no salió del pensamiento o de las ideas humanas, sino que Dios sopló Su pensamiento y Su palabra por medio de Su Espíritu en los escritores y a través de ellos. Por lo tanto, la Biblia contiene el elemento de Dios y lleva Su sabor. Es por eso que la bendición y el gozo más grande en la vida humana es contactar a Dios y probarle por medio de las palabras de la Biblia (Sal. 119:103).
La revelación progresiva de Dios en la Biblia desde Génesis a Apocalipsis. La revelación divina se desenvuelve de manera progresiva en las Santas Escrituras. Empieza desde el primer capítulo de Génesis, con la revelación de que Dios creó al hombre a Su imagen, se desarrolla en muchas etapas, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, y culmina con la consumación de la Nueva Jerusalén, en los últimos dos capítulos de Apocalipsis. La Biblia abarca miles de asuntos. Lo primero es la creación de los cielos y de la tierra por parte de Dios, y lo último es la Nueva Jerusalén. Entre estos dos extremos, la revelación divina se desarrolla con el curso de la historia humana. (Estudio-vida de Proverbios, pág. 2)
Las revelaciones presentadas en la Biblia son progresivas. La mayoría de las revelaciones son sembradas como semillas en Génesis, se desarrollan gradualmente libro tras libro, y llegan a su consumación en Apocalipsis. Podríamos decir que en Génesis tenemos las semillas, y en Apocalipsis, la cosecha.
Todo lector de la Biblia debe tener presente que la Biblia es la revelación de Dios dada a nosotros en muchas porciones y de muchas maneras (He. 1:1). Dios nos concede revelación no solamente en muchas porciones sino también en diferentes maneras, y cada vez que nos concede una nueva revelación, es más avanzada que la anterior. Tenemos que hallar el avance de la verdad de Dios a través de toda la Biblia. Esto no significa que la revelación de la Biblia sea incompleta.
La revelación de Dios está en toda la Biblia y es completa. Sin embargo, dicha revelación es progresiva. En la primera etapa Dios se revela de una manera. En la segunda etapa agrega más revelación a la primera, y en la siguiente etapa agrega aún más revelación, y así sucesivamente hasta completarla. No podemos decir que la revelación de Dios sea imperfecta en alguna de las etapas. Pero cuando comparamos la revelación global, cada etapa de la revelación es incompleta. La revelación que Dios le dio a Abraham era perfecta para esa época. Pero cuando la vemos a la luz de la revelación completa de hoy, nos damos cuenta de que no era completa. Tenemos que seguir la revelación de Dios desde Adán, pasando por Noé, Abraham, los hijos de Israel, Moisés... de una manera total y completa. La revelación de Dios siempre es progresiva. (The Collected Works of Watchman Nee, vol. 54, pág. 141)
El Antiguo Testamento está lleno de cuadros, sombras y figuras con respecto a Dios, Cristo y nuestra relación con El, en las épocas venideras de la gracia. En Colosenses 1:25 Pablo dice que él fue hecho ministro conforme a la economía de Dios “para completar la Palabra de Dios”. En los días de Pablo, la revelación de Dios en las Escrituras no se había completado. Por tanto, era necesario que Pablo tomara la carga de hablar y escribir para completar la Palabra de Dios. Aun así, lo escrito por Juan en el libro de Apocalipsis constituye la consumación de la revelación divina en las Escrituras. Puesto que la revelación es completa, las Escrituras nos advierten que no debemos añadir ni quitar nada de las palabras de la revelación de Dios (Ap. 22:18-19). Ahora que la revelación progresiva de Dios en las Escrituras está completa, nadie está autorizado para añadirle nada.
Lo que debemos hacer hoy en día es leer, estudiar y escudriñar progresivamente la Biblia, libro tras libro. Desde Génesis hasta Apocalipsis se traza una gran línea central, Su principal mensaje que nos transmite es luz, vida y amor, donde se concluye y coincide en este asunto: "La redención e unión de Dios con el hombre por la eternidad.