El Cristo todo-inclusivo


Hay personas que solo buscan de Dios bienestar y ayuda, pero no buscan a Cristo en realidad. ¿De que le sirve que Dios le dé a usted algo sin Cristo? Dios no quiere darnos cosas físicas y exteriores, de bienestar, prosperidad, ni siquiera sentimientos de amor, paz, alegría fuera de Cristo. ¡Dios no desea darnos nada aparte de Cristo! ¿De que le sirve el bienestar sino tiene a Cristo? "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con Él todas las cosas?" (Romanos 8:32). Fíjese que dice en el verso con Él y no fuera de El. 
¿Y a que cosas se refiere? las dice en versículos anteriores tales como ser llamados a su propósito, justificados, hechos conforme a su imagen, glorificados, etc

¡Cristo es nuestra porción y herencia todo-inclusiva! En el Antiguo Testamento, al pueblo de Israel, al entrar en la buena tierra de Canaán, le fue asignado una porción de la tierra por familia y por persona. Esta porción de la tierra fue todo-inclusiva. ¡Contenía todo cuanto el pueblo necesitaba!

Es lo mismo hoy para nosotros los creyentes. Cristo tipifica la buena tierra en la que fluye leche y miel, tan rica y todo-inclusiva. ¡Contiene todo lo que nosotros necesitamos! ¡Todo lo que tenemos que hacer ahora es disfrutar a Cristo cada día, aplicarlo a nuestras situaciones y experimentarlo como Aquel que es inmensamente rico!

Todo lo que hacemos a diario debe recordarnos que Cristo es la realidad de aquello en lo cual estamos ocupados; si adoptamos la práctica de tomar a Cristo como la realidad de todo lo que pertenece al ámbito material de nuestra vida cotidiana, nuestro diario andar experimentará un cambio radical y una transformación, y nosotros seremos llenos de Cristo (2 Co. 4:16; Fil. 1:19-21a).

Debemos disfrutar a Cristo diariamente como la realidad de todo cuanto necesitamos:

1. Cristo es el aire que respiramos (Jn. 20:22).2. Cristo es nuestra bebida (4:10, 14; 7:37-39a). 3.Cristo es nuestro alimento (6:35, 57).4. Cristo es nuestra luz (1:4; 8:12).5. Cristo es nuestra vestidura (Gá. 3:27).6. Cristo es nuestra morada (Jn. 15:5, 7a).

Cristo todo-inclusivo es la realidad de todas las cosas positivas del universo (Ro. 1:20; Ef. 3:18) 

 1. Algunos seres humanos tipifican a Cristo, tales como Adán (Ro. 5:14), Melquisedec (He. 7:1-3),Isaac (Mt. 1:1), Jonás (12:41) y Salomón (vs.41-42).

2. Algunos animales tipifican a Cristo, como por ejemplo el cordero (Jn. 1:29), el león, el buey, el águila (Ez. 1:10) y la gacela (Cnt. 2:9).

3. Algunas plantas tipifican a Cristo (quien es el árbol de la vida, Gn. 2:9), como en el caso de la vid (Jn. 15:1), del manzano (Cnt. 2:3), de la higuera, del granado y del olivo (Dt. 8:8); asimismo, las diferentes partes del árbol son también tipos de Cristo, como la raíz, el tronco, el retoño, el renuevo, el vástago y el fruto (Is. 11:1, 10; 4:2; Lc.1:42; Ap. 5:5).

4. Algunos minerales tipifican a Cristo, como por ejemplo el oro, la plata, el cobre y el hierro (Dt.8:9b, 13), al igual que diversas clases de piedras :la piedra viva (1 P. 2:4), la roca (1 Co. 10:4), la piedra angular (Mt. 21:42), la piedra cimera (Zac.4:7), la piedra que sirve de fundamento y las piedras preciosas (1 Co. 3:11-12).

5. Las ofrendas tipifican a Cristo, tales como la ofrenda por el pecado, la ofrenda por las transgresiones, el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda de paz, la ofrenda mecida, la ofrenda elevada y la ofrenda de libación (Lv. 1-7; Éx.29:26-28; Nm. 28:7-10; cfr. Jn. 4:24).

6. Algunos alimentos tipifican a Cristo, como por ejemplo el pan, las uvas, los higos, las granadas, las aceitunas, el trigo, la cebada, la leche y la miel (6:35; Dt. 8:8-9a; 26:9).

En el Nuevo Testamento, Cristo es el Espíritu de realidad que hace que las insondables riquezas de todo lo que Él es, lleguen a ser reales para nosotros al guiarnos al interior de Sí mismo, la realidad divina (Jn. 14:6a; 1 Jn. 5:6; Jn. 14:17; 16:13). 

Los elementos que conforman la realidad de todos estos tipos se hallan en el Espíritu, y el Espíritu lo infunde en nuestro ser al impartirnos todas estas riquezas mediante las palabras del Señor (Fil. 1:19;Jn. 6:63; Col. 3:16; Ef. 6:17-18; Ap. 2:7). Dando gracias al Padre que os hizo aptos para participar de la porción de los santos en la luz.. (Col 1:12)

Entradas populares de este blog

El espíritu del hombre

El valor de la sangre de Cristo

El hombre natural y el espiritual