Las riquezas y virtudes de Cristo
Normalmente cuando notamos una carencia o defecto nuestro oramos por ello. Por ejemplo usted se considera así mismo una persona afectuosa y bondadosa pero es impaciente, entonces orara para que Dios le dé paciencia.
Oramos así porque no hemos visto que ninguna de nuestras propias virtudes sin Cristo son agradables a Dios, pensamos que agradamos a Dios con nuestras virtudes y lo deshonramos con nuestros defectos y es porque todavía no hemos visto que solo las virtudes de Cristo en nosotros y no las nuestras son las que expresan y agradan a Dios.
No debemos orar por una virtud en concreto sino más bien porque Cristo manifieste por completo su persona con todas sus virtudes en nosotros. Recuerde que la Palabra de Dios NO dice los frutos del Espíritu sino el Fruto en singular, que no es otra cosa que la misma persona de Cristo. por medio del Espíritu expresándose en nosotros.
No necesitamos virtudes por separado que mejoren lo que somos sino que necesitamos experimentar a Cristo en nosotros.
El Espíritu no se imparte de manera fraccionada, es mucho más simple, cuando usted experimenta a Cristo, lo experimenta al completo. con todo lo que El es.
Por tanto, no oremos al Señor por virtudes separadas como quien ora para corregir sus defectos, oremos para que el Señor por completo con todas sus virtudes divinas y humanas se manifieste y exprese en nosotros.
En la vida de Dios que hemos recibido está todo lo que Dios es en Cristo: amor, luz, humildad, ternura, paciencia, longanimidad, compasión, comprensión y demás virtudes. En Él somos completos. Toda la plenitud de Dios, todas las riquezas y virtudes contenidas en Dios se hallan en la vida de Cristo que hemos recibido. Estas virtudes, a diferencia de los dones espirituales que son temporales, perdurarán para siempre en nosotros. (1 Corintios 13:13)
En Efesios 3:8 El apóstol no anunciaba doctrinas sino las riquezas de Cristo. Las riquezas de Cristo son lo que Cristo es para nosotros, como por ejemplo: luz, vida, justicia y santidad, lo que Él tiene para nosotros, y lo que ha realizado, logrado y obtenido para nosotros. Las riquezas de Cristo son inescrutables e insondables.
En Efesios 3:8 El apóstol no anunciaba doctrinas sino las riquezas de Cristo. Las riquezas de Cristo son lo que Cristo es para nosotros, como por ejemplo: luz, vida, justicia y santidad, lo que Él tiene para nosotros, y lo que ha realizado, logrado y obtenido para nosotros. Las riquezas de Cristo son inescrutables e insondables.
Por tanto, al morar Cristo en nosotros y nosotros permanecer en Cristo se nos imparte en nuestro ser la vida de Dios junto con todas sus riquezas. Vivir a Cristo es vivir y participar de la vida divina; y expresar a Dios equivale a manifestar todo lo que Él es en esencia por medio del Espíritu. Esta vida divina es la única que puede expresar en nuestro vivir realmente todas sus riquezas desde nuestro interior, porque brotan de Dios.
Cristo, Aquel que es todo-inclusivo, es la base, el elemento, la esfera y el canal en el cual y por el cual Dios cuida a Su pueblo conforme a Sus riquezas y en gloria.
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad “ (colosenses 2:19) “Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad” (Colosenses 2:10)
"Señor límpiame de toda mi maldad, vacíame de mi mismo y lléname con tu Espíritu en mi interior para que pueda expresar tus virtudes en mi ser"
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad “ (colosenses 2:19) “Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad” (Colosenses 2:10)
"Señor límpiame de toda mi maldad, vacíame de mi mismo y lléname con tu Espíritu en mi interior para que pueda expresar tus virtudes en mi ser"