¿Qué es el reino de Dios?
Muchos cristianos tienen el concepto religioso de que nacer de nuevo significa que usted tenía antes una vida pecaminosa y que ha cambiado a una vida con una mejor conducta siguiendo al Señor y esto es lo que les permite entrar en el reino de Dios que para ellos es el cielo o la vida eterna.
Es necesario que entendamos lo que en realidad, Jesús le dijo a Nicodemo, un hombre bueno, moral y religioso: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" Y luego le dijo:"De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios." Consideremos Juan 3:3 y 5. ¿Acaso el Señor Jesús dijo: “El que no nace de nuevo, no puede ver el cielo o no puede entrar en el cielo”? ¡No! El nacer de nuevo que es la regeneración no tiene como propósito llevarnos al cielo, sino permitirnos entrar en el reino divino.
Ahora debemos hacernos una pregunta importante: ¿Qué es el reino de Dios? El reino de Dios no es un reino material, visible al hombre, sino un reino divino, un reino constituido de la vida de Dios. El reino de Dios es el reino de la vida divina. Un buen ejemplo de esto es el reino humano. Así como la humanidad es el reino de la vida humana y se rige por las leyes de la naturaleza humana, también el reino de Dios es el reino de la vida divina. Si no fuéramos humanos, no podríamos entender el reino de la vida humana. Por ejemplo, los perros no pueden entender el reino humano porque no poseen la vida humana; pero si un perro recibiera la vida humana, podría entender el reino humano. Asimismo, nosotros, por medio de la vida divina, conocemos el reino de Dios, pues éste es el reino de dicha vida.
Asimismo, si no poseemos la vida divina, la vida de Dios, nos será imposible entrar en el reino de Dios. Por que no podemos participar de Dios si el no está en nosotros. Si hemos de entrar en el reino de Dios, debemos tener la vida de Dios. Por tanto, el propósito de la regeneración o nacer de Dios no es tener un cambio de conducta o de forma de vivir, sino el permitir la entrada de la vida de Dios en nosotros para que nos gobierne, regule y viva en nosotros. Por tanto es erróneo pensar que un cambio de conducta o forma de vivir es lo que nos introduce en su reino. Usted puede ser una buena persona ética, moral e incluso religiosa como fue Nicodemo, como existen muchos hombres y no haber nacido de nuevo, y por lo tanto no ha entrado en el reino de Dios. Si no has visto antes lo que es el reino de Dios te insto a que hagas tuya esta oración:
"Señor Jesús, gracias por haber muerto por mí en la cruz para perdonar mis pecados. Limpíame con tu sangre. Ahora me abro a ti para que entre tu Espíritu en mí y me haga participar de tu Vida, sea engendrado como un Hijo de Dios y entre en tu Reino donde solo tu gobiernas con tu Vida. Te pido Señor, que desde ahora gobiernes en mi como el rey y el Señor. Gracias Señor"
El reino de Dios está en todo lo que esté relacionado con la vida de Dios y su gobierno. Al venir Dios como el Hijo a la tierra vino el reino de Dios a la tierra con Él y al darse como el Espíritu a los que creen en El, viene el reino de Dios en Él dentro de nosotros, haciendonos su reino. Todo lo que Dios realiza en nostros lo hace por medio de su vida para llevar acabo su gobierno.
Por una parte el reino esta en nosotroa al estar la vida de Dios en nuestro interior.Y esta vida debe gobernarnos para que seamos participes de la realidad de su reino, pero por otra parte, en la conclusión de los tiempos, Su reino tiene que extenderse al exterior como una manifestación a todo el universo. Es por esto que su Gloria lo llenará todo y habrá un cielo nuevo y una tierra nueva donde solo gobierne Dios junto con los hijos de Dios.
Una conclusión sobre el reino
La verdad acerca del reino es una revelación bíblica grandiosa y crucial: es necesario que Dios establezca Su reino a fin de llevar a cabo Su propósito divino. El gobierno de Dios está con Su reino, y allí El ejerce plenamente Su autoridad. Todo creyente debe llevar una vida regulada por el gobierno celestial. Además de nuestra salvación, debemos ejercitarnos y tomar la responsabilidad del reino de los cielos en esta era. Aquellos que experimenten la realidad del reino de los cielos hoy (Mt. 5—7), participarán en su manifestación como recompensa en la era venidera (Mt. 24—25).
Debemos recordar el asunto crucial acerca del reino: el evangelio exige que nos sometamos al reino, y este requisito sólo se puede cumplir por la vida de Cristo que está en nosotros. Después de haber sido regenerados, debemos crecer, madurar en vida, correr la carrera y pagar el precio para alcanzar la meta del supremo disfrute de Cristo en el reino milenario, lo cual será la recompensa de los que venzan.
El Señor enseñó a los discípulos a orar por la venida del reino, "venga tu reino" (Mt. 6:10). Debemos orar para que el reino venga, y debemos vivir en la realidad del reino hasta que la tierra sea plenamente recobrada en la era venidera, conforme a la voluntad de Dios. Cuando los cristianos realmente estemos bajo el gobierno del reino y en la práctica de dicha realidad, seremos un grupo de personas que harán que se acerque más la venida del Señor (2 P. 3:12). Esto significa que la manera en que vivimos acelerará la manifestación del reino de los cielos.
Apuntes del Estudio vida de Hechos de Los apostoles. (LSM)
Libros: El reino, Una definición breve del reino. (Witness Lee)
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