La ascensión de Cristo
El nombre de Jesús es exaltado
El nombre al que se hace referencia en Filipenses 2:9 es el nombre de Jesús, como se indica en el siguiente versículo. Desde el tiempo de la ascensión de Cristo jamás ha habido sobre la tierra un nombre que esté por encima del nombre de Jesús. Dios exaltó a Jesús para que sea Señor de todos. Al ser exaltado por Dios, al Señor le fue dado un nombre que es sobre todo nombre. En la historia jamás ha habido un nombre más elevado que el del Señor Jesús. El nombre más elevado, el nombre más grandioso, en el universo es el nombre de Jesús.
En Filipenses 2:10-11 Pablo dice: “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. El nombre es la expresión de la suma total de lo que es el Señor Jesús en Su persona y obra. La expresión en el nombre significa en la esfera y elemento de todo lo que el Señor es.
En Efesios 1:20-21 Primero, el poder que Dios hizo operar en Cristo, resucitó a Cristo de los muertos. Este poder ha vencido la muerte, la tumba y el Hades, donde están retenidos los muertos. La muerte y el Hades no pudieron retener a Cristo (Hechos 2:24), debido al poder de resurrección de Dios. En segundo lugar, el poder que Dios hizo operar en Cristo sentó a Cristo a Su diestra en los lugares celestiales, por encima de todo. La diestra de Dios, donde Cristo fue sentado por la supereminente grandeza del poder de Dios, es el lugar de mayor honra, el lugar de autoridad suprema.
El Señor en ascensión trascendió y conquistó todos los enemigos. Los enemigos no fueron completamente subyugados en la resurrección del Señor porque antes de Su ascensión Él todavía estaba bajo el aire, es decir, bajo todos los enemigos, principados y autoridades. Fue sólo después que Él ascendió que exhibió a todo el universo que Él lo había vencido todo, trascendido todo y conquistado todo. Fue entonces que llegó al lugar más elevado del universo y se sentó, habiendo recibido el nombre más elevado, la posición más elevada y la autoridad más elevada.
En la ascensión Jesús fue hecho Cristo, y todas las cosas fueron sometidas bajo Sus pies. Hoy en día Él es la Cabeza, y nosotros somos Su Cuerpo. Como Su Cuerpo, nosotros estamos sentados juntamente con Él en los lugares celestiales.
En Filipenses 2:10-11 Pablo dice: “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. El nombre es la expresión de la suma total de lo que es el Señor Jesús en Su persona y obra. La expresión en el nombre significa en la esfera y elemento de todo lo que el Señor es.
En el versículo 10 vemos los tres niveles del universo: los cielos, la tierra y debajo de la tierra. Los que están en los cielos son los ángeles, los que están en la tierra son los hombres y los que están debajo de la tierra son los muertos. Viene el día cuando en todos estos niveles, todos doblarán sus rodillas y confesarán que Jesucristo es el Señor. Confesar públicamente que Jesucristo es el Señor equivale a invocar al Señor (Ro. 10:9-10, 12-13).
La autoridad de Cristo en su ascensión
En Filipenses 2:10 también vemos los tres niveles del universo: los cielos, la tierra y debajo de la tierra. Los que están en los cielos son los ángeles, los que están en la tierra son los hombres y los que están debajo de la tierra son los muertos. Viene el día cuando en todos estos niveles, todos doblarán sus rodillas y confesarán que Jesucristo es el Señor. Confesar públicamente que Jesucristo es el Señor equivale a invocar al Señor (Ro. 10:9-10, 12-13). Al Señor Jesús como hombre, Dios lo hizo Señor en Su ascensión. Por consiguiente, toda lengua debe confesar que Él es el Señor. Esta confesión es para gloria de Dios el Padre. (La conclusión del Nuevo Testamento, págs. 348-349)
El Señor en ascensión trascendió y conquistó todos los enemigos. Los enemigos no fueron completamente subyugados en la resurrección del Señor porque antes de Su ascensión Él todavía estaba bajo el aire, es decir, bajo todos los enemigos, principados y autoridades. Fue sólo después que Él ascendió que exhibió a todo el universo que Él lo había vencido todo, trascendido todo y conquistado todo. Fue entonces que llegó al lugar más elevado del universo y se sentó, habiendo recibido el nombre más elevado, la posición más elevada y la autoridad más elevada.
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