Dios desea forjar a Cristo en el hombre
Dios desea que el hombre le exprese plenamente y de forma corporativa, lleve Su imagen, manifieste Su gloria y ejerza Su autoridad en contra de Su enemigo. No obstante, son muy pocos los creyentes que saben que el deseo de Dios únicamente puede llevarse a cabo por medio de Su vida. Son menos aun los que conocen y experimentan la vida divina que se hizo disponible a nosotros por medio de la muerte y la resurrección de Cristo.
Existe una gran diferencia entre la ética, la conducta y el comportamiento por un lado, y por otro, el hecho de que este Cristo se forje en nuestro ser.
El hecho de que Dios se imparta en nosotros está totalmente ligado a Cristo. Según el concepto natural, pensamos que después de ser salvos, debemos mejorar nuestro comportamiento, buscar poder o desempeñar una obra fructífera para el Señor. Algunos cristianos creen que debemos anhelar dones tales como hablar en lenguas, dar profecías y sanar. Otros piensan que lo más importante para una persona salva es adquirir el conocimiento bíblico correcto. No obstante, si vemos la salvación desde la perspectiva de la economía de Dios, veremos la vida cristiana de manera diferente.
El Nuevo Testamento en efecto habla de la conducta adecuada, del poder, los dones y del conocimiento; no obstante, lo crucial es cuánto de Cristo se ha forjado en nosotros. Dios desea forjar a Cristo en nosotros. Todos necesitamos ser iluminados para ver lo que Dios está haciendo hoy. La intención de Dios no es hacernos mejores. A El no lo interesa lo que seamos; lo que sí le interesa es que Cristo viva y se forje en nosotros, en nuestra mente, en nuestra parte emotiva y en nuestra voluntad.. El quiere ver que los hermanos y las hermanas de las iglesias expresen a Cristo en su vivir.
La intención de Dios no es hacernos mejores personas, sino forjar al Cristo vivo en nosotros, en nuestra mente, en nuestra parte emotiva y en nuestra voluntad. El deseo de Dios es reemplazarnos con Cristo. Que el Padre de gloria nos dé un espíritu de sabiduría y de revelación para que seamos iluminados y sepamos lo que Dios anhela lograr hoy. Otra vez digo que Dios no desea mejorarnos, sino forjar a Cristo en nosotros.
En 1:19 y 20 Pablo habla de la “supereminente grandeza” del poder de Dios “para con nosotros los que creemos”. Dios hizo operar este poder en Cristo levantándolo de los muertos y sentándolo a Su diestra en los lugares celestiales. Hoy la obra principal de Dios consiste en forjar a Cristo en nosotros.
El Cristo que Dios desea forjar en nosotros es el Cristo crucificado, resucitado y ascendido. Satanás fijó a Cristo en la cruz, pero Dios lo levantó de los muertos y lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales.