El misterio de la voluntad eterna de Dios
Muchos cristianos tienen un conocimiento individual y limitado acerca de la voluntad de Dios, piensan que la voluntad de Dios es lo que Dios desea hacer con ellos y no se han parado a considerar cúal es la voluntad eterna de Dios. Debemos comprender que todo lo que Dios desea realizar en usted debe de ser conforme a su plan eterno. Dios tiene una voluntad eterna, puesto que es eterno y creó todas las cosas por Su voluntad para así cumplir y llevar a cabo Su propósito eterno (Ef. 3:11) La voluntad de Dios es lo que Él quiere y lo que se ha propuesto realizar en el tiempo y la eternidad (Ef. 1:5, 9, 11). Por tanto Necesitamos entender cuál es la voluntad completa del Señor (Ef. 5:17; Col. 1:9)
La voluntad de Dios es misterio
La voluntad de Dios estaba escondida en Él como un misterio, por lo que Efesios 1:9 habla del “misterio de Su voluntad”: En la eternidad Dios tuvo una voluntad, pero esta voluntad estaba escondida en Él; por tanto, era un misterio. En el placer de Su corazón y en Su sabiduría, Dios nos dio a conocer este misterio escondido por medio de Su manifestación en Cristo, es decir, por medio de la encarnación, crucifixión, resurrección y ascensión de Cristo. (Jn. 1:14; Ro. 1:3-4; 4:25; 8:3, 34.)Hemos sido “predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el consejo de Su voluntad” (Ef. 1:11) La voluntad de Dios es Su intención, y el consejo de Dios. Según el beneplácito de Su voluntad, es decir lo que le complace, Dios nos predestinó para filiación, es decir para hacernos hijos suyos (Ef. 1:5-11)
Antes de la fundación del mundo, Dios nos escogió para que fuésemos santos; ser hechos santos o ser santificados por Dios es debido a que Él imparte en nosotros su naturaleza santa. Este es el proceso, el procedimiento. Ser hijos de Dios es el objetivo, la meta. Dios trata de que estemos unidos al Hijo de Dios y que seamos conformados a su imagen. (Ro. 8:29; Col. 1:15)
La voluntad de Dios se concentra en Cristo
Dios tiene por finalidad que Cristo tenga la preeminencia en todo; Cristo es el centro y lo es todo en la voluntad eterna de Dios (Col. 1:15-18; 3:4, 10-11) En la voluntad de Dios esta el obtener la iglesia como su expresión en el Cuerpo de Cristo (Ef. 5:32; 1:9, 22-23; 2:21-22; 4:16.)Dios en Cristo como Espíritu ahora está obrando en nosotros a fin de llevar a cabo el cumplimiento de Su voluntad eterna de obtener la Nueva Jerusalén: la esposa del Cordero, llena de la gloria de Dios con miras a ser Su expresión eterna en el cielo nuevo y la tierra nueva (Fil. 2:13; Ef. 3:14-21; Ap. 21:1-2, 9-11)
Finalmente, la voluntad de Dios en el universo es reunir bajo una cabeza todas las cosas en Cristo por medio de la iglesia como Cuerpo de Cristo. (Ef. 1:10, 22-23; Ap. 21:1-2) Mediante las dispensaciones de Dios en todas las eras, todas las cosas llegarán a estar reunidas bajo Cristo como Cabeza en el cielo nuevo y en la tierra nueva; eso será la administración y economía eterna de Dios (Ap. 21:1-2)
La voluntad de Dios es librarnos del caos satánico
La salvación que Dios efectúa no solamente tiene por finalidad salvarnos de nuestra condición caída y pecaminosa, sino también salvarnos de la muerte y del daño causado por Satanás para que seamos uno con Dios en su vida y voluntad (Ef.2:1-8, 21-22)En el tiempo, la voluntad eterna de Dios en su creación esta siendo obstaculizada por Satanás. La meta de Satanás es corromper la creación de Dios y causar confusión (Ro. 8:19-23) Todo el universo es un caos a consecuencia de que Satanás se inyectara como el factor de muerte en la creación de Dios (He. 2:14; Ro. 8:20-21) Por tanto, Dios obra para liberar Su creación del cautiverio e introducirla en libertad al reunir bajo una cabeza todas las cosas en Cristo (Ef. 1:22) Todos necesitamos ser librados del caos satanico y de la confusión para ser reunidos en Cristo (Col. 1:12-13)
La voluntad de Dios es producir un cuerpo
Dios está reuniendo a Sus escogidos para que sean el Cuerpo de Cristo que tiene a Cristo como Cabeza (Ef. 1:4, 22-23). A fin de que todo esté sujeto bajo el gobierno de Cristo por medio de la iglesia como su Cuerpo (1 Co. 15:20-28) La autoridad que Cristo ejerce como Cabeza es transmitida a la iglesia; esto significa que, en cierto sentido, podemos participar de la autoridad de Cristo como Cabeza sobre todas las cosas.La iglesia no está sujeta a nada que no sea Cristo mismo; estamos sobre todo lo demás porque somos el Cuerpo de Aquel que está sobre todas las cosas. El primer paso necesario para reunir bajo una cabeza todas las cosas en Cristo consiste en que Dios saque a Sus escogidos, Sus hijos, del caos universal y los coloque bajo la autoridad de Cristo como Cabeza ( Col. 1:18; 2:10, 19)