Experimentar a Dios



Aunque Dios es vida, Dios no podía entrar en nuestra vida, ni ser nuestra vida mientras permanecía en los cielos, en su luz inaccesible, como un misterio oculto (1 Ti. 6:16). Él no podía darnos vida y ser nuestra vida sin manifestarse al hombre como la vida. Es por esto que Se manifestó a los hombres en Cristo para que los hombres recibiéramos su vida al recibir a Cristo en nosotros. Por eso, El salió del cielo, se hizo carne y se unió con la naturaleza humana. De esta manera Dios vino en Cristo y llega a ser la vida manifestándose en un hombre, Cristo.

Dios está en Cristo y por medio de su vivir humano, su muerte y resurrección se hizo accesible a nosotros por su Espíritu para que lo recibamos. Ahora nosotros al recibirle y estar en Cristo, El llega a ser nuestra vida en la experiencia. Sin duda, experimentar la vida es experimentar a Dios. Por lo tanto, toda la experiencia que tenemos de Dios, es una experiencia de Cristo, que proviene y se produce en Cristo.

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.(1 Juan 5:12)"Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria" (Colosenses 3:4)

¿Has recibido a Dios en tu vida? Puedes orar así:
"Señor me abro a ti, perdona mis pecados y límpiame con tu sangre.
Te entrego mi vida y deseo recibirte en mi interior"

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