El inicio de la experiencia con Dios



Todos los sabios del pasado y del presente han promulgado la filosofía del mejoramiento propio, a fin de mejorar al hombre. Pero la obra salvadora de Dios no corrige ni mejora al hombre, sino que lo regenera. Nuestra vida humana es corrupta, aunque de alguna manera parezca que pudiera reformarse con los esfuerzos humanos, eso no quita el hecho de que siga contaminada por el mal.

"Los seres humanos nacemos como humanos porque hemos recibido por herencia la vida humana. Puesto que nuestra vida es corrupta y maligna y no puede ser mejorada, es necesario que seamos regenerados"

¿Qué es la regeneración?

Según las Escrituras, ser regenerado significa nacer del Espíritu o nacer de nuevo (Jn. 3:3-6). Esto implica el recibir una vida en nosotros no corrupta, la vida de Dios mismo. El hombre no nace con la vida divina en él y por lo tanto necesita recibirla. Dios creó al hombre con un órgano receptor que pudiera recibir la vida de Dios y ser regenerado, esto es el espíritu del hombre.

Ser regenerado simplemente consiste en nacer de nuevo o nacer de Dios por medio de obtener y recibir la vida de Dios. (Jn. 1:13). En la regeneración, Dios como el Espíritu vivificante entra en nuestro espíritu para regenerarnos con Su vida y Su naturaleza. A esto se debe que el Señor Jesús dijera: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:6). Lo que es nacido del Espíritu de Dios es nuestro espíritu regenerado. Cuando fuimos regenerados, el Espíritu de Dios entró en nuestro espíritu amortecido y lo avivó con la vida y la naturaleza divinas para así hacernos hijos de Dios.

¿Por qué usamos la expresión “nacer de nuevo?

Al principio, nacimos de nuestros padres; pero cuando recibimos a Dios en nuestro interior, nacimos otra vez, esta vez de Dios; por tanto, esta experiencia se llama nacer de nuevo. "El hecho de nacer de nuestros padres nos hizo obtener la vida humana, mientras que nacer de Dios nos proporciona la vida y naturaleza de Dios"
Debido a que hemos sido creados por Dios, somos criaturas de Dios, y debido a que somos caídos, somos pecadores. A pesar de todo, nosotros, siendo seres creados y siendo pecadores, hemos nacido de Dios. ¡Cuán maravilloso! Nacer del Espíritu es el milagro más grandioso del universo, porque en realidad significa nacer de Dios.

La regeneración es la primera experiencia de la vida del hombre con Dios. Por lo tanto, los que hemos sido regenerados tenemos la vida de Dios además de la vida humana. Antes, nuestro espíritu estaba muerto, pero en el momento en que creímos, el Espíritu de Dios vino y se unió a nuestro espíritu; así, nuestro espíritu obtuvo la vida de Dios y fue vivificado.

¡Qué hecho tan maravilloso que seamos hijos de Dios! Tenemos la certeza de que verdaderamente somos hijos de Dios porque en nuestro espíritu podemos clamar tiernamente “Abba, Padre” (Ro. 8:15; Gá. 4:6).

¿Deseas recibir la vida de Dios y nacer de Dios?

Puede orar así: "Señor reconozco que soy pecador. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste de entre los muertos. Te entrego mi vida a ti. Señor límpiame con tu sangre Te recibo como mi Señor y Salvador de mi vida. Entra en mí ahora!¡ lléname de tu vida! Señor Jesús, haz de tu voluntad y propósito en mí"


Todo ser humano necesita una experiencia real con Dios
 
 El inicio de la experiencia con Dios 
¿Como nacer de nuevo?
La necesidad de la regeneración
Experimentar a Dios 
 Dios como el contenido del hombre
El sentido de la vida humana

---Volver a Publicaciones.---

Apuntes de las publicaciones de Living Stream Ministry

Entradas populares de este blog

El espíritu del hombre

El valor de la sangre de Cristo

El hombre natural y el espiritual